Sabemos que hacer frente a los gastos de un crédito hipotecario no siempre es fácil. En especial porque, al tratarse de un préstamo a largo plazo, es susceptible a los cambios e imprevistos inevitables que pueden ocurrir a lo largo de 10 o 20 años de vida como enfermedades, pérdidas de empleo, o incluso la muerte de un familiar a cargo de los pagos.
Tarde o temprano, las mensualidades pueden comenzar a retrasarse y las deudas se acumulan al punto que el banco recurre a una demanda hipotecaria.
Pero calma, esto no quiere decir que pueden desalojarte de tu casa y hacerse de tu propiedad.
En realidad hay una manera de salvar tu patrimonio y no tener que pasar por la ejecución hipotecaria: un refinanciamiento de deuda.
¿En qué consiste?
Es una mediación entre tú y el banco con el fin de establecer un nuevo contrato en el que podrás seguir pagando tu crédito y conservar tu hogar.
Existen varios caminos para hacerlo. Por ejemplo:

- Negociar la liquidación total e inmediata. Esta se lleva a cabo a través de una quita o descuento. Sin embargo, significa que tendrás que pagar en una sola exhibición lo equivalente al 70% del monto total del crédito inicial. Puesto que se trata de una fuerte suma de dinero, casi siempre es la última opción de refinanciamiento.
- Reestructuración de la deuda de la hipoteca. Esta es tu mejor opción si la razón por la que dejaste de pagar tu hipoteca fue por una situación temporal que se solucionará pronto. En este tipo de reestructuración lo que harás será negociar los pagos atrasados; es decir, el monto adeudado más los intereses generados en un periodo de tiempo específico.
- Reestructuración del crédito total. Este convenio sirve para negociar las condiciones de tu crédito hipotecario contemplando la tasa de interés, los plazos, el CAT, entre otros, además del monto adeudado. Si el banco accede, quedará constatado por escrito y se te dará un nuevo contrato con los cambios finales.
Aumenta las probabilidades de que tu deuda sea refinanciada…
Manteniendo la comunicación abierta. Al momento de recibir el emplazamiento, que es la notificación de que han iniciado un proceso legal en tu contra, no te escondas y siempre muéstrate dispuesto a llegar a un acuerdo en el que ambas partes se beneficien.
Preparando una buena contestación de demanda. Tendrás un periodo de tiempo después de recibir el emplazamiento para presentar todas las pruebas que consideres necesarias para defender tu caso. Explica por qué te has atrasado, si es que se trata de una causa de fuerza mayor, y tu disposición a negociar la deuda. No está de más que también revises tu contrato hipotecario para asegurarte que no contenga cláusulas abusivas que te pueden ayudar a desestimar el caso.
Asesorándote con un experto. Recuerda que en todo el proceso tienes derecho a recibir la asesoría de un abogado experto en el sector hipotecario. Acércate a un despacho como Defensa Legal Hipotecaria donde te ayudaremos a armar una contestación de demanda efectiva o a refinanciar tu deuda para que conserves tu patrimonio. Llámanos al teléfono: (664) 778 1883 o agenda una cita en: https://defensalegalhipotecaria.com/contactanos/
Déjanos ser tu asesor financiero de confianza y recupera tu tranquilidad y la de tu familia hoy.